jueves, 26 de mayo de 2011

Mañana el día del juicio final

Ya no hay marcha atrás, dejo, esa vida fácil de despreocupación para embarcarme en una de las trampas más antiguas de la humanidad, con la ayuda de mi pareja, y con la ayuda inestimable de padres, suegros y espíritu santo, la HIPOTECA, que suerte la nuestra.

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